Deneb GB / 20 de marzo de 2025 / colaboradora
Por décadas se ha venido señalando que México tiene un sistema de justicia obsoleto, machista, patriarcal e impune, esto se debe a que fue pensado y elaborado hace casi 100 años, redactado por hombres, cuando las mujeres y las victimas no tenían representación política.
Mucho se ha escrito e investigado acerca de la impunidad; se sabe que en México existe una impunidad alarmante, según el último reporte elaborado por México Evalúa, señala que, el 94.8% de los casos denunciados en México quedan impunes como resultado de “un sistema que no cuenta con herramientas de priorización ni capacidades suficientes”.
Traducción: tenemos décadas donde 95 de cada 100 denuncias siguen sin resolver, es decir, vivimos en un país donde 95 de cada 100 delincuentes/agresores siguen libres, sin sentencia, cambiando de domicilio, trabajo, e identidad.
Por décadas las víctimas de violencia han pedido la modernización del sistema de justifica, la simplificación de procesos, la digitalización, así como, la creación de plataformas de consulta; ya que un proceso legal implica hasta 6 o 7 momentos “normales” cuando no hay controversias, previo a la sentencia; entre un paso y otro pueden pasar meses, si se acumula los meses entre cada paso, resulta que el proceso se convierte en años, tiempo suficiente para que el delincuente/agresor haya cambiado de domicilio. Ningún agresor / delincuente va por la vida ante las autoridades, ni ante la sociedad de forma voluntaria aceptando y evidenciando que cuenta con antecedentes delictivos, por el contrario, evaden, se esconden, niegan sus delitos.
Debemos simplificar etapas, sistematizar, modernizar y automatizar el sistema de justica, de tal manera que todo se registre de inmediato de manera digital, que se permita la consulta a los reportes entre instituciones a nivel nacional incluyendo la foto de los agresores, dado que una y otra vez se ha demostrado que un delincuente está en constante movimiento (nómada) a lo largo de su vida, perfeccionando su modus operandi.
Un delincuente acumula víctimas y delitos, se convierten en delincuentes seriales de todo tipo de delitos (robo, fraude, estada, violencia familiar, deudores alimentarios, homicidios …) ante la falta de un sistema que emita alertas, que permita la búsqueda pública: registrando delitos acumulados por persona, de tal forma que si en algún momento estos delincuentes son identificados por las sociedad o las autoridades, estos puedan ser llevados ante las instancias correspondientes y ser juzgados por los delitos acumulados.
Seguiremos buscando la manera de evidenciar las fallas del sistema, las malas prácticas por parte del personal de justicia, así como de los propios asesores (“defensores”) legales de las víctimas, poniendo sobre la mesa las propuestas que las sobrevivientes de violencia y delitos venimos solicitando desde hace años.